Las pruebas
más efectivas para conocer la predisposición de una persona a que sufra
enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares son las de Framingham StrokeRisk Score, QRISK, y el EMP (Examen de Medicina Preventiva).
Tomando en
cuenta los factores de riesgo para padecer una enfermedad, es mucho más fácil
establecer un control y disminuir la tasa de incidencia, en este caso de la
enfermedad cerebrovascular. Entre los factores de riesgo están: hipercolesterolemia,
homocisteína elevada, más de 1 mm de espesor en la pared de carótida y
estrechamiento de los vasos. Más del tercio de estos factores de riesgo es
tratable y de allí la importancia de su detección
Entre las
pruebas más utilizadas para confirmar la enfermedad se encuentran: TC craneal y
la extracción de una muestra de sangre. A continuación se procederá a la
realización de un ECG, placa de tórax y, a ser posible, estudio neurovascular
no invasivo.
Los tipos de pruebas de diagnóstico incluyen:
Las pruebas de imagen
Pruebas eléctricas de actividad
Los análisis de sangre de flujo
Otras pruebas
Referencia Bibliográfica: